La belleza de las cicatrices

   
     Últimamente he meditado un poco sobre el día a día, a veces sin poder dormir, a veces durmiendo poco y otras levantándome para poder hacerlo, pongo un poco de música, quizá alguna lectura y pienso en lo que creo "bueno o malo" durante ese día o días, trato de procesar, entender o refractar, me gusta la palabra refractar tiene un sabor parecido a nuez…es delicioso imaginar también lo que significa, pero en realidad lo que quería platicarte hoy es sobre esas cicatrices que llevamos, yo llevo bastantes en mi, que si con un vidrio, que si de los patines, que si el embarazo, etcétera…pero pensé en cómo hay cosas sobre todo en nuestro cuerpo que no porque se rompan las desechamos y compramos una nueva, créanme, no he encontrado un repuesto de mi brazo izquierdo 🤭

     Pensando en esto me puse a indagar y recordé que hay una filosofía japonesa sobre este pensamiento y quería compartirles un poco de ello y su sutil y única belleza… 

     "El arte del Kintsugi o la belleza de las cicatrices
La práctica japonesa de reparar fracturas de la cerámica con resina de oro nos habla directamente a todos: a veces los defectos son las más grandes virtudes.
El kintsugi es la práctica de reparar fracturas de la cerámica con barniz o resina espolvoreada con oro. Plantea que las roturas y reparaciones forman parte de la historia de un objeto y deben mostrarse en lugar de ocultarse. Así, al poner de manifiesto su transformación, las cicatrices embellecen el objeto.
El kintsugi es silencioso y manifiesto. Solo el trazar un incidente doloroso con polvo de oro es aceptarlo como una alhaja."

     Woooooow aunque ya lo había escuchado y había visto piezas de cerámica arregladas y me parecían lindas, el meditarlo y personalizarlo me ha hecho de verdad creer en que esto es cierto, sabían que en muchas culturas ancestrales los mejores guerreros eran los que llegaban con mayores marcas en sus cuerpos? Eran premiados por ello!!! Y me encantó imaginarlo, cuántos seríamos los príncipes guerreros celebrados de tantas batallas enfrentadas (claro que me cuento, mis cicatrices lo avalan 😁) 

     Meditando en eso estos últimos días del año encontré una imagen que me movió los sesos y las entrañas y es la que puse como portada de este post, que increíblemente maravilloso es pensarnos así, reparados, más fuertes, más luminosos y bellos, pero bellos diferentes, únicos porque ninguna grieta es igual a otra ni aunque se intente. 

    Qué te parece si este nuevo año haces una introspección, cierra tus ojos e imagina al ser supremo pegando, reparando y embelleciendo tus pedazos, de verdad me encanta pensar en esas partes rotas (ya notaste como se llama mi blog? Retazos del alma), y es que no hay que desecharlas, nos sirven para ser más fuertes y más hermosos, para ser seres que dan luz y que tienen una historia y una experiencia que contar. 

    Tus cicatrices reparadas dan luz a otros… 
No lo olvides es hora de presumir qué te hace más fuerte y más hermoso…y a darle con el nuevo año…

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