ANTÍDOTO (parches del alma)

(Este dibujo tiene significado por los momentos vividos el día que se creó por las risas y pasos compartidos que han formado parte de lo mejor de los últimos días)

ANTÍDOTO

...y ahí estaba yo escuchando palabras escapando cual parvada de golondrinas en un cambio de estación, dejando que tus miedos aletearan sobre mí.

Acaso hay un remedio para dejar de ver a alguien en la mente, para borrarlo de tus neuronas y evitar que el corazón se embone con su igual?

Si lo hay necesito que lo compartas conmigo, que vacunes mis sentidos y borres de mi piel tus centímetros… Que inyectes mis recuerdos para no pensarte, Extrañarte o desearte.

Que qué es esto? Hay alguna fórmula mágica para entender los designios del destino? Hay cuestiones de las que sólo puedes huir y darles portazo? Es inevitable verte la carne expuesta del alma en cada charla poder compartir cada lágrima escondida en palabras defensivas, pero creeme corazón, también he llorado como tú, mi corazón ha sido rechazado y lacerado, ha sido abandonado sin más y sin pensar, he sido invitada a solo gozar y dejar de sentir y de amar, me he visto envuelta en tretas para olvidar otros brazos, he llorado cara al suelo deseando arrancarse todo sentimiento y aborreciendo canciones y lugares...pero hoy sin antídoto despierto pensando en tu voz, he vuelto a dormir imaginando tus labios, he podido sonreír al saberte bien y verte aunque sea de revés… Mi ansiedad se ha convertido en la paz que me dan tus risas, mi tristeza cambió por la fiebre de leerte al otro lado de una pantalla fluorescente.

Que si tengo miedo? La enfermedad, el dolor y el descontento se apoderan de mi cada que te veo, pero al tenerte cerca también me curo con tus besos, si esto ha de expandirse y ser mi muerte pero va a arrebatarme aquello que me fue matando lentamente, prefiero vivir 2 días sin ANTÍDOTO a toda mi vida padeciendo la ausencia de tu cuerpo.

Prefiero ser desahuciada y recordarte en mi que estar curada y alejada de esto que me tocó vivir, ódiame y alejame como ese crónico desastre pero no, a mi no me hacen los antibióticos en el alma y menos con el ser que me ha llenado de calma.

Tampoco quiero sufrir y hacer que sufras menos pero si tu tienes el remedio entonces firmemente recetalo a mi corazón necio y enfermo porque mi alma por ti ya está sucumbiendo.

Sé quien me enferme con sus caricias y besos y quien me alivie con el antídoto de sus recuerdos, que si a alguien quiero en mis pensamientos es a aquel que ahora es dueño de mi deseo.

1. J.